domingo, 5 de agosto de 2018

MAMÁS PRESENTES: ¿DENTRO O FUERA DE CASA?


Esta nota está inspirada en unas mujeres impresionantes que hacen parte de una hermosa Tribu que conocí hace poco. Muchas de ellas han hecho de la maternidad una oportunidad para descubrir necesidades y generar negocios, ideas, empresa. Gracias a la Tribu Munayki por su gran trabajo de apoyo a muchas madres.




Cuando llega el esperado momento del nacimiento del bebé, todo se centra en ese hermoso ser que acaba de nacer… las rutinas de casa cambian, los tiempos, los horarios, los intereses, los sitios que se frecuentan, etc… al inicio puede ser complejo, pero todos se adaptan poco a poco a ese cambio. Pero, tan solo tres o cuatro meses después viene el momento de una decisión importante: ¿MAMÁ SE QUEDA EN CASA O REGRESA AL TRABAJO?

Parece un asunto sencillo, que no lo es…

SI DECIDE CUIDAR SUS HIJOS…
Estamos, desafortunadamente en un momento social donde la mujer que se queda en casa, a cargo de su bebé, es vista en muchas ocasiones como una mujer floja, cómoda, hasta se dice que “no hace nada” o “no trabaja”, sin tener en cuenta que se dedica a ser mamá, aseadora, niñera, médico, nutricionista, investigadora, cocinera y mil cosas más ¿Acaso no es eso un trabajo?… sin tener en cuenta que esa mujer deja de lado su orgullo y sus intereses profesionales por estar atenta a las necesidades de su bebé y su familia, sin tener en cuenta que esa mujer inevitablemente cambia su vida social y lo que hasta ahora consideraba importante en su proyecto de vida. Y, sin tener en cuenta que esa mujer ahora no recibirá un salario monetario a cambio de todo lo que hace por más de 8 horas diarias, su salario será la satisfacción de ver crecer a su hijo, de estar en cada momento, de ejercer plena y al 100% su profesión de MADRE. Esta mujer se desactualizará laboralmente y luego tal vez sea más difícil volver a hacerlo. Cuando sus hijos crezcan, ellos dirán que su mamá siempre estuvo allí, pero no recordarán que fueron trabajadoras incansables que antes de ser madres fueron mujeres.

SI DECIDE REGRESAR AL TRABAJO…
No conozco hasta ahora ninguna madre que esté tranquila y segura al 100% de la forma en que otras personas cuidan a sus hijos, ni siquiera si es su propia madre o una niñera totalmente preparada, pues como madres, sentimos que no es igual… Cuando una madre regresa a su trabajo, después del nacimiento de su bebé, debe inevitablemente aumentar la confianza en otras personas para el cuidado de su hijo, lidiar con los senos llenos de leche, con el deseo de amamantar a su bebé y no poder hacerlo directamente, con el poco sueño en la noche, la necesidad de seguir siendo profesional y ahora también madre… Muchas veces ésta no es una opción sino una necesidad, algo obligatorio porque no hay otra forma de sostener el hogar o aportar al sostenimiento económico de la familia, pero la sociedad no entiende los “sacrificios” que esa mujer que regresa al trabajo debe hacer. Ésta mujer se perderá tal vez el momento en que su hijo sonríe, el inicio del gateo, el primer paso, la primer palabra… sufrirá cuando su hijo tenga gripa y no pueda quedarse a cuidarlo, a cambio de una estabilidad económica que tampoco es fácil de conseguir… Cuando sus hijos crezcan, dirán que su madre trabajó fuertemente pero que no estaba presente cuando ellos necesitaban…

¿CUÁL ES LA MEJOR OPCIÓN?
Cada una desde su corazón decidirá qué es lo mejor que puede hacer, pues jamás se debe juzgar sin ponerse en los zapatos de quien está en ese momento en la situación. ¿Cómo decir qué es lo indicado si cada madre, cada hijo, cada familia es un mundo único y diferente?

Es por esto que admiro totalmente a las mujeres que, desde su rol de madres presentes en casa, han encontrado una forma de generar ingresos para la familia, de generar empleo para otros, y de brindar un servicio a otras madres para suplir las necesidades que tienen sus bebés, de ofrecerles guía y apoyo desde su experiencia. A estas madres las honro y las aplaudo por ser toderas, el soporte para la familia, las mujeres que se niegan a renunciar a su profesionalismo.
Y también admiro a esas mujeres que van a su trabajo, que siguen siendo profesionales, que son capaces de llegar a casa y no renuncian a su rol de ser madres, que en el tiempo “libre” se dedican a sus hijos y no sé cómo hacen para convertirse en pulpos y lograr hacer en ese momento lo que no pueden hacer mientras trabajan…

TODAS, TODAS SON EXCELENTES, son maravillosas, son únicas, por ser para sus hijos el mejor referente, por lograr lo que hace algunos años, jamás se hubiera pensado, en MAMÁS PRESENTES EN CASA O FUERA DE ELLA!