miércoles, 27 de enero de 2016

MITOS Y CREENCIAS SOBRE LA EDUCACIÓN ALTERNATIVA

En temas de educación, es muy común que los padres de familia y educadores estén de acuerdo en torno a la idea de mantenerse en lo que siempre ha funcionado. Sin embargo, cada vez es mayor la cantidad de niños y niñas que demuestran con sus ideas, comportamientos e intereses, que necesitan algo diferente.
El simple término de “Educación Alternativa” es un concepto que refleja una propuesta evolucionada a la que tradicionalmente rige a proyectos educativos formales y oficiales; su metodología responde a procesos que buscan mayor libertad, mayor participación y mayor involucramiento. Dicho así, suena altruista, respetuoso, ideal para nuestros hijos, a pesar de eso, se mueven en el ambiente, muchos mitos y creencias al respecto que hacen que los padres piensen que no es lo mejor para ellos. A continuación, nuestra humilde opinión basada en la experiencia, como padres, educadores, coaches y sobre todo, seres humanos.
1. SON MÉTODOS NUEVOS. ¿QUIÉN SE ARRIESGARÍA CON ALGO NUEVO?
En realidad son muy antiguos. Waldorf 1919. Montessori 1907. Emilio regia 1945. Pedagogía activa 1910-1920. Evidentemente, tienen la antigüedad y experiencia necesarias para poder documentar los procesos y los logros obtenidos y ante todo, demostrar la gran fortaleza que tienen para la formación no solo mental sino también espiritual.
2. ES PARA NIÑOS CON DIFICULTADES COGNITIVAS ESPECIALES O DIFICULTADES
James cameron, Jennifer aniston y Sandra Bullock fueron alumnos Waldorf. Gabriel García Marquez, Jackeline Kennedy, Larry Page y Sergey brin (creadores de google) fueron alumnos montessorianos. Su única condición especial, fue ser hijos de padres con mente abierta y conscientes de la educación que necesitaban sus hijos. Muchos niños con capacidades especiales llegan a estos métodos, en busca de un espacio donde se respete su individualidad y se les permita avanzar en un ambiente amoroso que no juzga ni señala como si todos tuvieran que ser iguales; sin embargo, la educación alternativa no es exclusiva para algunos. Como explicó Glenn Doman, en su libro “Excelencia física”, si un niño con parálisis cerebral puede aprender a leer con ese método, entonces ¿qué pueden lograr los que son “normales”?
3. SOLO JUEGAN TODO EL TIEMPO
Por supuesto que SI!!! Y es que jugando, los niños aprenden y se apropian de la realidad, construyen el conocimiento y logran afianzar mucho más que por medio de la memoria y la repetición constante! Jugar es la tarea natural de un niño, que desafortunadamente, se ve cortada cuando llegan a grado 1, pues incluso, ya los salones hermosos se cambian por tediosas filas de sillas y un gran tablero adelante al lado del profesor. Es para ellos una maravilla aprender mientras juegan! Jamás aprender fue tan divertido!
4. COMO LOS NIÑOS VAN A SU RITMO, VAN MÁS LENTO QUE EN OTROS SISTEMAS
Es contradictorio este pensamiento… generalmente, quien va más rápido, quien quiere todo ya, quien es impaciente, es el niño, no el adulto, así que por deducción (y por experiencia), ellos marcan un ritmo mucho más rápido que el ritmo que quiere poner el adulto. Si su motivación es alta, estos niños pueden volar si lo desean! Ellos son imparables y tienen ganas de “comerse” el mundo al aprender TODO lo que les permita el adulto. Si van a su ritmo, y su ritmo es más rápido, mucho más rápido que el del adulto.
5. LOS NIÑOS DESPUÉS NO SE ADAPTAN A LA SOCIEDAD
Otra idea contradictoria. ¿Qué padre quiere que su hijo repita su historia y no trascienda su rol en la sociedad? Casi que podría decir que ninguno! Todos los padres desean que sus hijos dejen huella, que piensen autónomamente, que sean líderes, independientes, que tengan su propio negocio y que se dediquen a alcanzar su misión de vida. Eso es igual a NO adaptarse!!! Los niños y niñas de esta generación no vinieron a adaptarse! Ellos vienen a transformar, pues necesitamos evolucionar! ¡ un niño que no encaja es un niño que viene a crear nuevas maneras de..!
6. NO ENSEÑAN IGUAL, LOS NIÑOS NO APRENDEN LO MISMO.
Ya están un poco obsoletos aquellos tiempos en los que los profesores decían a sus alumnos que el único método aceptado era el de ellos. Los niños y niñas son cada vez tan variados en sus habilidades y en creatividad, que ellos mismos encuentran la forma de llegar al mismo resultado. Entonces, ¿por qué habríamos de enseñarles de la misma forma? Por otro lado, si un niño aprende de acuerdo a sus intereses, es casi seguro que va a aprender más y a un ritmo más rápido que los que aprenden de acuerdo a lo que les indica únicamente el profesor y el conocimiento se queda más anclado en ellos con firmeza y conscientemente. Prueba de ello son los graduados de FACE Fundación para la actualización de la educación, quienes tienen excelentes puntajes para ingreso a la universidad y se han formado en un sistema totalmente diferente al tradicional.
7. LOS DEJAN HACER LO QUE QUIERAN.
Un niño que estudia obligado, podrá estar horas y horas en un salón de clases y no aprender nada! Esto sucede porque su ser pide respeto!!! A su interés, a la libertad de su espíritu, a su capacidad de aprender mucho más, a su instinto de transformación. Hacen lo que quieren, si, en el buen sentido de la palabra, HACEN LO QUE QUIEREN HACER y se motivan a hacer mucho, se cultiva la curiosidad, el deseo de investigar, la búsqueda de respuestas. Y por supuesto, deben cumplir con el currículo establecido, mas no como una cadena que no les permite volar!
Finalmente papá y mamá, ya te habrás dado cuenta que tu hijo es en definitiva lo que podrían llamar “Alternativo”, así que, la mejor educación para ellos, con sus necesidades, intereses y ante todo, su misión, es una educación alternativa! ¿De qué podría servir a tu hijo un colegio tradicional, si su inteligencia es desbordantemente alternativa? Ponte en contexto! 
BIENVENIDO A LA EDUCACIÓN ALTERNATIVA!

1 comentario:

  1. Excelente escrito mi querida amiga. Yo me "arriesgué" a cambiar a mi hijo de 8 años de la educación tradicional a la educación alternativa, haciéndole caso a mi corazón más que a las miles de razones. Hoy, después de apenas 6 meses lectivos en su nuevo colegio, mi hijo llega cada día más feliz y yo dichosa de solamente escuchar sus bellas anécdotas y además de no tener que ponerme con él a preparar largas tareas de investigación y desarrollo.

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