domingo, 29 de enero de 2017

MI HIJO ES MUY COMPETITIVO

Otra consulta que usualmente tienen padres de familia cuando buscan apoyo para sus hijos, es aquella donde no saben qué hacer porque su pequeño es altamente competitivo, se frustra cuando no es el ganador en los juegos, que se molesta, se aisla o tiene diferentes reacciones, y que poco a poco logran que los padres se sientan avergonzados por la misma reacción fuerte y poco resiliente o porque ya se dan por derrotados antes de intentarlo.
Algunos no soportan perder en un juego de mesa o un deporte, incluso se molestan mucho cuando otro tiene mejores calificaciones que ellos, y si van a la piñata y no logran atrapar nada, entonces pueden arruinarse la fiesta...
La verdad es que podría dedicar esta entrada del blog a sugerir lo que se debe o no hacer para manejar esto, y lo haré pero solo un poquito, ya que antes que eso quiero que reflexionemos como padres, con la mano en el corazón y en la cabeza, o en el “considere”, para entender de dónde viene esa intolerancia a la frustración y trabajemos juntos en ella. 

PRIMERO LO PRIMERO…
Estamos sumergidos en una sociedad, sistema y educación que nos forma para la competencia. Por favor, aceptémoslo!!! El que es reconocido y felicitado es el mejor, nadie recuerda al segundo, y no reconocemos que no queremos perder… la escuela felicita y le dan medalla al mejor, las empresas reconocen al mejor, al primero le decimos ganador, los otros son solo eso: los demás. Si eres consciente, muy consciente, comprenderás que la mayoría de los padres preguntan: “Qué puesto ocupaste?”, y dicen cosas como que debes esforzarte por ser el mejor, porque eso es ser excelente, etc…  es cierto, es bueno ser excelente, pero la excelencia no es una calificación… Y claro, ellos quieren ser los primeros porque saben que a papá y mamá les encanta eso. Entonces:
CLAVE 1: RECONOCE CON TU HIJO QUE ES MUY RICO GANAR!!! A nadie le gusta perder! Esto es honesto contigo mismo y él le dará valor a eso. Y dale importancia a otros aspectos, como “A quién ayudaste hoy?”, “Fuiste buen compañero?”, etc.

Y después de ser muy honestos, continuemos…

Retomemos el disfrute, el goce, la alegría de solo hacerlo por hacerlo, la misma que sentimos cuando somos niños pequeños. Me encanta ver a mi hija Aurora de solo 3 años cuando juega al “Lobo estás?” porque es feliz corriendo y luego dejando que la atrapen, ríe a carcajadas, es inmensamente feliz!!! Ella no piensa aún que debe “ganar” solo quiere disfrutar… esa capacidad es la que debemos rescatar! Y aquí me viene a la memoria un gran chico, Samuel! Cada vez que juega a algo, sin importar si gana o no, dice: “No importa teacher! Lo más importante es participar!” Ufff que sabiduría!!! Y en solo 5 años. Eso es!

CLAVE 2: PREGÚNTALE A TU HIJO: “OYE, ¿TE DIVERTISTE?” y que de la forma que sea, su respuesta final sea un SI, y con esa respuesta cierra la conversación. Si quiere sacar excusas, vuelve el rumbo de la conversación ayudándole a recordar buenas experiencias hasta que comprenda que SI fue divertido.

Para continuar cultivando el manejo de la frustración, realiza constantemente actividades sencillas como juegos de mesa que no se terminen, interrumpe antes de terminar, bajo la excusa de que ya se divirtieron y no hay necesidad de un “ganador” porque solo jugar ya los hace ganadores.
CLAVE 3: ACTIVIDADES DE “NO HAY GANADOR”.

Continuando con el proceso, es definitivamente enriquecedor que tu hijo participe en obras sociales y actividades solidarias, donde tenga la oportunidad de compartir ante todo con otros niños iguales a él pero que no tienen las mismas oportunidades. Puede ser en desventaja económica o con alguna discapacidad cognitiva, compartir con ellos, le permite sentirse ya en si mismo un ganador y tomar consciencia de lo que es realmente importante en la vida.
CLAVE 4: EXPERIENCIAS QUE LO AYUDEN A COMPRENDER QUE YA ES UN GANADOR

Y para reforzar aún más, y si estás pensando que cierto grado de competencia es bueno y necesario para que se esfuerce y haga las cosas bien, entonces aquí va esta clave: practicar algún deporte o actividad donde no tenga necesidad de ganarle a otro, sino ganarse a si mismo. Eso es competencia consigo mismo. Una carrera donde tomen el tiempo y luego vuelva a hacerlo para ver si ha mejorado, no es competir con otro, sino consigo mismo. Mientras aprende a manejarlo, evita que tu hijo participe en concursos, rifas, juegos de contacto y combate, etc.
CLAVE 5: LA COMPETENCIA ES CONSIGO MISMO!


Y finalmente, tranquilízate, en la mayoría de los casos, esta etapa pasa y cuando llegan a la adolescencia ya no quieren competir por nada ni ser los ganadores de nada! Bríndale la compañía necesaria y el amor suficiente, sin gritos, ni molestias, solo acompáñalo con paciencia, límites claros y suficientes explicaciones. No intentes que tenga la mentalidad de un adulto y que todo lo comprenda de inmediato, algunas veces, para ellos es difícil entender el mundo de los adultos, así que se flexible, acompaña, ama y fluye también disfrutando estos momentos. 

Con amor, 

LUZ NERY CORTÉS G. 
Educadora/terapeuta
Coordinadora Liceo Montessori Home&School

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