miércoles, 16 de marzo de 2016

CÓMO HABLAR DE DIOS Y OTROS TEMAS ESPIRITUALES

Las nuevas generaciones de niños, clasificadas en vibraciones índigo, cristal, arcoíris y diamante, tienen todas en común su gran interés por los temas espirituales y de aquello que no es visible a los ojos físicos. Ellos necesitan saber y comprender. 
Me gusta contar que un día un hermoso ser de vibración índigo, de tan solo 5 años me sorprendió con una pregunta… “Si Dios creó todo, entonces quién creó a Dios?”. Y una cantidad de preguntas sobre ángeles, Dios y fenómenos espirituales. ¿Cómo responderle y saciar su curiosidad sin ponerle sesgos?
Creo que ahí está precisamente la dificultad que encontramos algunos padres y educadores, pues nuestra idea de Dios está basada en las creencias que tomamos de la religión católica, donde Dios castiga el pecado y si te portas muy mal, te vas derechito al infierno. Pero resulta que esa idea no encaja con ellos porque si algo es absolutamente claro en ellos es que no vibran con el miedo, ninguna estructura basada en el miedo será aceptada por ellos, no pueden concebir un Dios castigador y temerario, entonces la tarea para nosotros es cambiar el chip, pararnos desde el amor y no desde el miedo.

¿Un ejemplo?  “Cuidado te caes!”, “No comas eso que te puede hacer daño!”, etc... Debes ir a misa porque sino, papito Dios no te trae regalos en navidad… Ay por Dios!!! Puedes ver el miedo en esos comentarios? Se trata entonces de hablar de Dios desde el amor, desde lo que es realmente.
Como siempre me gusta decir el cómo puedes hacerlo, darte algunas pistas (el resto es tu creatividad!), pero primero, antes que nada, pregúntate si estás listo para abrir tu mente, para liberarte de prejuicios y de ideas de miedo. Y luego, desde tu idea, en total coherencia, empieza a abordar el tema. Aquí te presento lo que yo hago:

1.       ¿Quién es Dios? Dios es una fuerza, una energía creadora que está presente en ti, en mi, en todos. Es como el guardián del universo, pero es un guardián bueno, que entiende que a veces la embarramos y siempre nos cuida.
2.      ¿Por qué Dios permite que pasen cosas malas? Cada ser humano tiene la capacidad de decidir, y como Dios es un guardián bueno y amoroso, entonces él no nos obliga a hacer nada, y él siempre espera que nosotros mismos descubramos si lo que hicimos fue bueno o malo y que podamos aprender de eso. Es como cuando te sirven una comida, es mejor si la comes porque quieres y no que te obliguen a hacerlo.
3.       ¿El infierno existe? En realidad no. A veces hacemos cosas que nos hacen sentir mal, muy mal y en ese momento sentimos como si estuviéramos en el infierno, pero un lugar así no existe.
4.       ¿Entonces si me porto mal no voy al infierno? No. Si te portas muy mal, es decir, si te sientes muy mal por algo que has hecho, ya es suficiente con que te sientas mal, muy mal. Lo importante es que aprendas de lo que ha sucedido.
5.       ¿Dios tiene ayudantes? Si, muchos! Algunos les dicen ángeles, pero todos los seres humanos en la tierra somos ayudantes de Dios. En qué tarea crees que puedes ayudarle a Dios?
6.       Si quiero hablar con Dios, ¿debo ir a la iglesia? Una iglesia es un lugar donde se reúnen las personas para hablarle a Dios, si te gusta, puedes ir allí, pero también puedes hacerlo desde tu corazón. Solo necesitas creer mucho que Dios te escucha y así va a suceder.
7.       ¿Y Dios me puede responder? Claro que si! Tu cierras los ojos y sientes la respuesta de dios en tu corazón.
8.       ¿Por qué las personas se mueren? Dios se las lleva? Mas o menos, es porque ellas deben regresar y cargar energía, como cuando sales a jugar a la calle, pero en algún momento regresas a la casa a dormir, a comer, al baño, etc. No es que Dios nos quiera dejar solos, es que ya es el momento de ellas regresar.
9.       ¿Un día voy a regresar yo también? Si, un día muy lejano seguramente.
Y para los que son más inquietos, ahí les dejo este reto: 
¿¿Tu has visto a Dios? ¿Cómo es? (Si quieres, nos comentas cuál sería tu respuesta!)

Finalizo recordándote que lo más importante es que estés: 1. En coherencia contigo mismo. 2. Libre de prejuicios. Así podrás no solo explicarles mejor, sino también disponerte para aprender y avanzar al lado de ellos.

Un gran abrazo,

LUZ NERY CORTÉS G.
Coordinadora Liceo Montessori Home&School
Educadora/terapeuta floral/ Maestra reiki

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