Con la llegada de nuevos niños y niñas, que
responden todos a la vibración índigo, cristal, arcoíris o diamante, se ha
aumentado la cantidad de padres y madres que alarmados y preocupados se quejan
de la falta de respeto de sus hijos, lo cual se nota en comportamientos y
respuestas verbales y no verbales de parte de ellos.
A mi consulta, llegan usualmente padres que
manifiestan su inquietud, pues ante todo no quieren que sus hijos sean
irrespetuosos con ellos ni con otras personas. Personalmente me gusta
preguntarles qué es el respeto, y entonces ahí empieza el dilema… una de las
primeras cosas que encuentro es que se confunde el respeto con el miedo… aunque
de verdad les digo que es normal para nuestras generaciones, ya que a nosotros
si nos educaron más con el temor a papá y mamá que el respeto. ¿Cuántos vivimos
aquella escena donde en una conversación de adultos intentabas hablar y tu mamá
o papá lanzaban una mirada fulminante que hacía que te corriera un frío
aterrador por todo el cuerpo? Ya sabías lo que eso significaba… Eso, amigos
míos, no es respeto, es Miedo!!!
(Hago un paréntesis aquí para recordar que
estos niños de hoy no tienen incorporado el miedo, entonces las estructuras de miedo
no valen, ni nada donde ellos deban tener miedo y si tratas de presionarlos con
miedo, entonces se perturban y alborotan aún más y tendrás respuestas como "Y si no, qué?")
Yo se que ningún padre o madre quiere que
su hijo le tenga miedo, sin embargo tampoco quieren que sus hijos sean unos “malcriados”
que anden haciendo y deshaciendo a su gusto y sin respeto alguno por los demás.
Y entonces… ¿qué debo hacer?
Realmente no es una tarea sencilla ni de un
día, es una labor que implica ante todo un cambio de consciencia, de libertad y
confianza en el proceso de la vida por parte de los padres y madres. Si la
tarea se hace con paciencia y con firme convicción de poder sembrar en tu hijo
la semilla del respeto, entonces puedo asegurarte que tu hijo será un ser
respetuoso siempre.
Qué implica ser consciente? Aquí van las
pistas. Por supuesto, desde mi experiencia y desde lo que he asesorado y ha
funcionado para muchos padres y madres, y tu puedes tener tus propias ideas que
tengan excelentes resultados. La creatividad es válida!
1.
Comprende que el respeto no se
da por ser papá o mamá; el respeto lo merecen todos los seres vivos! Entonces,
no pidas respeto con la vieja frase: “Porque soy tu mamá y punto!” Cámbiala por
“Porque todos los seres merecemos respeto y porque yo te respeto a ti y merezco
el mismo respeto”
2.
Dale a tu hijo la oportunidad
de expresarse, todos la merecemos! Si estás en una discusión, habla tu y
permítele que hable también y exponga sus puntos de vista. Para hacerlo más
completo, pídele que siempre hable de si mismo, es decir, que sea responsable,
incluso los más pequeños pueden
hacerlo, y que lo haga en tono de voz bajo.
3.
Si por algún motivo, el que
sea, grita, entonces llénate de amor, infinito amor y pídele que repita lo
mismo sin gritar. No grites tu también, pues te pones a su nivel y eres tu
quien pierde autoridad.
4.
Cuando haga algo que te haga
molestar, nuevamente, llénate de paciencia y antes de reaccionar pregúntate si
es algo tan importante como para enojarte. Hazle saber a tu hijo si algo no
estuvo bien de lo que hizo, pero hazlo lo más calmado posible, así lograrán
entender mejor y no tendrán tu enojo como disculpa para entender lo que estuvo
mal.
5.
Expresa lo que te molesta de
manera tranquila, ellos pueden entender aunque estén pequeños, también
entenderán en su adolescencia, y en todo momento, pero aprenderán a expresar
sin irrespetar.
6.
Siempre que suceda una
situación de real “Irrespeto”, con firmeza y amor, pregúntale: ¿Crees que estás
siendo respetuoso? ¿Te gustaría que te trataran así a ti? Eso le hará entender
qué es respeto y que todos merecemos respeto. Y que luego ofrezca una disculpa.
7.
Explica que la labor de papá y
mamá es hacer que todo esté bien en casa y que los hijos estén bien de acuerdo
a lo que ellos consideran, y que por eso existen las normas.
8.
Cuando sea necesario,
discúlpate, eso es respeto y no es humillación ni rebajarse.
9.
No intentes ser el “mejor amigo”,
papá y mamá están allí para guiar, no para estar al mismo nivel.
10.
Recuerda que el respeto no se
exige a gritos, ni con golpes, ni ignorándolo, ni con indiferencia. Convierte
el respeto en la primera norma en tu casa y no pases por alto ninguna falta de
respeto. Al principio será difícil, se necesita mucha paciencia, y luego será más fácil que ellos lo acepten
así, pero sobre todo, que papá y mamá sean una muestra de respeto!
Respeto es atención, consideración y
aprecio, así que en la vida de un ser humano es primordial y por eso es
necesario que se valore tanto en casa, por supuesto, de la forma adecuada.
Respeto no es solo responder “señora” (eso es reconocimiento de jerarquía,
aunque si para ti es importante, hazlo), ni agachar la cabeza cuando no está de
acuerdo (eso es temor). Se respeta tanto a un bebe como a un anciano y es
totalmente innegociable!
Un abrazo,
LUZ NERY CORTÉS G.
Coordinadora Liceo Montessori Home&School
Educadora/terapeuta
La labor de ser padres, trae cada día un desafío y para enfrentarlo hay que hacer un proceso a nivel interno, transformar tus esquemas y dejar de lado algunos paradigmas. gracias Luz Nery por la orientación.
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