miércoles, 30 de marzo de 2016

RABIETAS Y PATALETAS

El hermoso momento de convertirse en padres es una experiencia tan bella, sublime y maravillosa, que nada ni nadie puede describirla completamente y nada puede de verdad opacarla. Nuestros hijos, sin importar si son los primeros o los quintos en la familia, son recibidos con amor y automáticamente se convierten en el príncipe o la princesa de la casa. Todo se desarrolla en amor absoluto y cada movimiento de ese pequeño ser es una bendición y motivo de alegrías. Sin embargo, el tiempo va pasando y para no extender más esta nota, llegaré al momento que los especialistas llaman “los terribles 2”, refiriéndose al momento en que cumplen dos años y que se junta con un momento vital de alta emocionalidad.
Esta etapa en la vida de un niño se caracteriza por las llamadas “rabietas”, que para muchos padres son incontrolabes, para otras desesperantes, frustrantes, agotadoras y etc. Para algunos sucede antes de los 2 y para muchos continúa fácilmente hasta los 5, 6 o más años.

Los padres de ahora no queremos recurrir al método chancleta, pero la verdad es que este momento es retador y a más de uno le dan ganas de sacar la mano y tenga! Bueno, eso puede solucionar el momento exacto, pero a futuro es peor, así que mejor pensar y sentir inteligentemente y abordar cada situación paso a paso.
Cada ser humano es único y lo que sirve para uno, tal vez para el otro no sirve, por eso aclaro siempre, que estas son mis experiencias, te invito a que pruebes y compruebes y generes así tus propios aprendizajes.

Lo primero que quiero recordarte, es que tus hijos tienen una vibración índigo, cristal, arco iris o diamante (Y dale con eso! Dirán algunos seguidores, y es que de verdad esto marca mucho!). ¿Qué quiere decir esto? No es que los dejes hacer lo que quieran, NO!!! Es que su carácter es fundamental para su misión; no podrá jamás un ser que viene a liderar masas y romper estructuras, ser pasivo y sumiso! Y por otro lado, recuerda, ellos no poseen el miedo en su estructura, por eso cualquier cosa que signifique miedo para ellos es Guácala! Fo! Fuchi! Ellos repelen, rechazan y destruyen estructuras de miedo, por eso son retadores. El propósito oculto es que nosotros actuemos en amor y que desde el amor les demos las justificaciones reales. Así que si tu le quieres prohibir algo desde el miedo, ellos reaccionarán desde la emoción… Prohibir algo desde el miedo… ejemplos: - No cojas eso, es ajeno! – No salgas a la calle, te puede pasar algo! – No comas eso! Te puede hacer daño!. Vamos comprendiendo? Y vuelvo a insistir, no se trata de que hagan lo que quieran, se trata de pararte en el amor y no el miedo, y de esa forma hablarle y explicarle.
Continuando, debo recordarte que los niños son sensoriales, es decir, aprenden a través de sus sentidos. Ellos todo lo quieren VER (entre más grande y más cerca mejor!), TOCAR (inevitable, les pican las manos!), OIR (con el mayor volumen posible)… así que cuando quieren tocar la fina porcelana de la tía Rosita y tu se lo prohíbes, ellos solo quieren aprender y difícilmente se resisten a hacerlo.¿ Qué hacer? Acompáñalo! Aprende con él!
Y entonces algunos padres dicen: Y los retos? Un chiqui al que su mamá le decía que no pusiera más agua en las plantas, la miraba retadoramente y le decía: Y si yo quiero? Yo te sugiero, midiendo las proporciones, calculando el daño, etc., acompáñalo y deja que lo haga… seguramente va a dañar la planta o algo no muy bueno pasa, y en ese momento ACOMPÁÑALO más aun, no pierdas la oportunidad de demostrarle que es importante escuchar cuando le dices que algo puede salir mal, pero claro, explícale lo que sucede, no le digas como seguramente te decían a ti: VIO???
Si de todos modos, llega la pataleta… PACIENCIA!!! La paciencia, es la CIENCIA de tener PAZ interior!. Jamás, jamás, jamás, pierdas la calma, incluso practica sonreir, respira, y manten tu calma! Después de estar en calma, entonces recuerda:
1.       Firmeza: Si dices no, es no. Eso no tiene discusión.
2.       No te iguales: No te pongas a discutir ni pelear con él en ese momento, quien pierde serás tu! Recuerda que tu eres el papá/mamá.
3.       Contención: Si se puede lastimar, entonces tómalo y abrázalo de espaldas suave pero firmemente y no lo sueltes hasta que no esté tranquilo.
4.       No te dejes manipular: Si parece vomitarse, si se orina parado, si se va a golpear la cabeza… no te dejes manipular. Asegura su zona, verifica que no le pase nada grave y listo. Él tiene derecho a expresar su molestia, y tu solo debes cuidar que esté bien. Si corres a darle lo que quiere, entonces él habrá logrado más autoridad que tu.
5.       Deja que se le pase. Créeme, se le pasará, en algún momento y tu estarás allí para reflexionar en POCAS PALABRAS sobre la situación.
6.       No golpees!!!: Personalmente no pienso que se genere un trauma o algo así, es cuestión de aprendizajes. Ellos aprenden por imitación, así que si te ven golpear para tener atención, entonces cuando ellos quieran atención, van a golpear. Ellos no alcanzan a comprender que tu eres la mamá o el papá y que podrían tener “derecho” a golpear, pues para ellos todos somos iguales; ellos solo pueden pensar que golpear funciona! Así que no golpees y en general, no hagas nada que no quieras que ellos aprendan de ti, incluye decir palabrotas, mentir, golpear, ser irrrespetuosos, etc.
Después de todo esto, solo me queda recordarte, que ellos crecen, muy rápidamente y en algunos casos cuando quieras disfrutarlos, ya estarán grandes, así que cuando tengas una rabieta en potencia… respira y recuerda que esto también pasará! 

Un abrazo, 

LUZ NERY CORTÉS G. 

Coordinadora Liceo Montessori Home&School 
Educadora/Terapeuta/Maestra reiki

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