Algunas mamás me han preguntado hace poco qué hacer cuando los niños y niñas hacen esas preguntas que las sonrojan o a las que no saben cómo responder... Y les prometí que escribiría inspirada en ellas (en realidad es muy sencillo y breve), ya que es muy común que nuestros chicos aparezcan con ellas y que no tengamos ni idea de qué hacer...
Sin importar el tipo de pregunta, el centro de todo siempre es el mismo... papá y mamá no saben cómo o qué responder, y tampoco quieren quedarse sin decir nada. Ante esta situación, algunos eligen hacer casi una maestría en el tema de la pregunta para saber qué responder, otros responden lo primero que se les ocurre, otros la trasladan... "pregúntale a...", y en todos, todos, todos, queda la duda, ¿respondí bien o no a la pregunta?
Generalmente, las preguntas de los chicos se relacionan con:
- Sexualidad
- Muerte
- Divorcios
- Injusticias sociales
- Sentimientos de las personas
- Sustancias psicoactivas
- Temas espirituales
Antes de dar ideas, quiero que comprendas que como padres nos conviene que sea a nosotros a quienes nos pregunten primero, pues con los niños y adolescentes aplica aquello de "El que pega primero, pega dos veces", es decir, tu vas a dar la primer respuesta y esa es la que más va a pesar en ellos, la que va a quedar grabada, y luego a partir de esa, van a modificar, agregar, quitar, etc., pero la primer respuesta es la que más vale. Así que agradece que la primer fuente de información seas tu y no los amigos, la televisión, internet, etc.
Lo siguiente que te pido que tengas en cuenta, es que lo más malo es no decir nada! Se vale decir NO SE, voy a averiguar y te respondo, o ¿Qué tal si investigamos juntos?, pero intenta no quedarte callado!
Con respecto a la pregunta como tal, no podría darte respuestas exactas, pues cada uno es diferente y hay tantas posibilidades de preguntas como niños en el mundo, lo que si te daré es una pequeña guía de lo que deben contener:
1. Cortas. Hay una regla de oro cuando te diriges a un niño y es que utilices pocas palabras, porque ellos, después de 15 segundos ya no atenderán tu respuesta, a no ser que les quede una duda o que quieran saber más sobre eso mismo. Organiza tu respuesta para que sea corta y entendible, no necesitas un tratado ni términos raros.
2. Digeribles. No le des un plato de fríjoles a un recién nacido! Si tu hijo tiene 5 años y te pregunta de sexo, solo responde exactamente lo que te pregunta, no le des de más, no llegues hasta hablarle de coito y métodos de planificación, etc. Dale lo que necesita. Dale un dulce, no el paquete entero porque puede atrancarse.
3. Honestas. Lo que sea que le digas, que sea verdad, porque ellos tienen sus propios medios de verificación. Si descubren que tu les has mentido, entonces perderás la credibilidad y es difícil de recuperar.
4. Suficientes. Esto no va en contradicción con la idea de que sean cortas. Cuando te sugiero que sean suficientes, estoy hablando de que no queden dudas con respecto al tema específico. Es importante finalizar preguntando, ¿Entiendes? ¿Tienes otra duda?. El propósito es que no queden vacíos o cosas sin resolver.
5. Deja el miedo y la prevención. No te vayas al extremo de pensar que tu hijo está preguntando sobre un tema porque está haciendo cosas terribles o ha visto algo impresionante. Por supuesto, después de responderle, pregúntale por qué hace la pregunta y entérate de lo que pasa, pero no muestres terror ni asombro, eso los previene y pueden sentir temor de preguntarte algo después.
Como puedes ver, la tarea siempre es de papá y mamá, porque son y deben ser la voz cantante para sus hijos. Y, si tienes alguna pregunta en especial, no dudes en contarme y con todo gusto te ayudaré de manera personalizada.
Un abrazo,
LUZ NERY CORTÉS G.
Coordinadora Liceo Montessori Home&School
Terapeuta/Maestra Reiki
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