Llegó diciembre, época de alegría y
felicidad, y por supuesto, la Navidad, acontecimiento que da pie para hablar de
la pregunta que muchos niños hacen y que los padres por lo general, esperan y
reciben aterradoramente… Papá, mamá, ¿EL NIÑO DIOS EXISTE?
No solo es esa pregunta, hay muchas en
torno al tema…
-
¿Papá Noel existe?
- El niño Dios (o papá Noel o
santa), cómo saben qué quiero yo? Y de dónde saca el dinero?
- Cómo hace para traer los
regalos hasta mi casa?
Y muchas otras preguntas que cuando se
descubren de verdad, hacen que algunas veces los niños lo tomen como algo
normal, pero en otras ocasiones se duelen por el “engaño”.
No es que yo tenga la respuesta total y
definitiva, solo quiero contarles ideas de lo que he visto que funciona, por
supuesto, todas basadas en la honestidad, porque Clave No. 1: Responder con
mentiras cuando ellos ya empiezan a sospechar la verdad, no es nada
recomendable!
En realidad, desde la tradición católica o
religiosa que la mayoría de los Colombianos tienen como formación, tendríamos que
decir que el niño Dios si existe! Porque así nos enseñaron y alguna vez sucedió,
Pero, seguro que aparece el niño que se preguntará como lo hice yo alguna vez
cuando era niña, cómo es posible que el niño Dios nace en diciembre y tres
meses después en semana santa lo crucifican? Y nace cada año? Mi cabeza dio
vueltas y vueltas, además de la poco asertiva respuesta de mis padres que
preferían guardar silencio y pedirme que no preguntara tanto…
En ese caso, lo mejor es basar absolutamente
todo en una historia verdadera. Eso quiere decir que está bien decirle que hace
muchos años nació Jesús en una pesebrera, etc… y que cada año celebramos que
eso sucedió y que por eso nos damos regalos físicos como muestra de la
felicidad por el regalo de la vida de Jesús… Así como cada año nos damos regalos por el
cumpleaños. Y que Jesús nos da regalos para el corazón y nos da la posibilidad
y la bendición de tener muchos regalos físicos como los juguetes, ropa, etc. OJO! Esto aplica para niños un poco
grandecitos que puedan entender la diferencia entre un regalo físico y otro del
corazón, como de 7 años en adelante, pero difícilmente funcionará para uno más
pequeño.
En el caso de papá Noel o Santa, o San
Nicolás, es incluso más sencillo aún, pues es conocida ya la historia del
hombre que repartía regalos a los niños cerca del solsticio de invierno, y
aunque ese hombre ya murió, su espíritu nos sigue dando regalos para el corazón
y asegurándose de que nuestra familia pueda darnos los otros regalos.
Formas para resolver el dilema podemos
encontrar muchas, y en todos los casos te recuerdo la importancia de la
honestidad, o al menos una versión basada en la honestidad.
Y por el otro lado, aprovechar la difícil pregunta,
para que tu hijo entienda que la navidad es época de felicidad y de lindos
sentimientos y actos con las personas, no solo se trata del regalo, sino también
de preparar el corazón.
¿Decir o no la verdad?
Todo el tiempo! Entre más intentes enredar
y distraer, más difícil será mantener la mentira. Solo que no hay necesidad de
complejizar ni de arruinar con la
inocencia y la magia de la infancia, como algunos adultos perversos lo hacen al
decir: “El niño dios no existe, los regalos los traen los papás”. Porque eso al
final genera sentimientos de engaño y frustración.
¿Y qué tal si tu también vuelves a vivir la
magia, la ilusión y le pides algún regalo al niño dios, a santa, a papá Noel?
Vas a experimentar una sensación linda que te invade de ternura y magia, y tu
sabes bien que esa carta va a llegar a su destino.
Con amor,
LUZ NERY CORTÉS G.
Educadora/terapeuta
Coordinadora Liceo Montessori Home&School